A Costa da Morte es un lugar tristemente famoso por los múltiples naufragios allí acaecidos, de ahí su nombre. Uno de los más famosos es el que protagonizó el buque de la Armada Británica HMS Serpent la noche del 10 de noviembre de 1890. Había zarpado dos días antes de Plymouth con destino Sierra Leona. Su destino era relevar a su gemelo, el HMS Archer, en la West Africa Station y prestar servicio en las bases navales del cabo de Buena Esperanza y en la costa oeste africana en las islas de Madeira y Acra (Sierra Leona)

Debido al mal estado de la mar, la dificultad para saber su posición y a la escasa luz de Cabo Vilán, el buque embarrancó en Punta do Boi y se procedió a abandonar el mismo, primero intentando usar los lanzacabos, luego los botes salvavidas, pero sin resultado, debido al mal estado de la mar. Finalmente, cada uno con los medios que tenía a mano. De los 175 tripulantes de su dotación solo se salvaron tres, que curiosamente portaban chalecos salvavidas de corcho. Desde entonces, este medio de salvamento se hizo obligatorio en los buques de la Royal Navy. Dos de los supervivientes deambularon durante horas y fueron descubiertos por un labrador.

Durante días la mar fue devolviendo los cadáveres a la playa de Trece. El cura de Xaviña movilizó a los vecinos y los recuperaron; se dio sepultura en el cementerio que hoy se conoce como de los ingleses, aunque ya había sido usado con anterioridad por los fallecidos en otro naufragio, el del Irish Hull.

En el interior del cementerio están los restos del capitán y oficiales, y, en exterior, del resto de la tripulación.
Durante años hubo la tradición, cuando un buque de guerra británico surcaba estas aguas, de depositar una corona de flores y de disparar salvas en su honor.

En una visita de la escuadra inglesa a la ría de Arosa en 1896, el Almirantazgo inglés ordenó colocar una placa conmemorativa en el monte Lobeira sobre la roca en la que se había enclavado una cruz para honrar la memoria de los que encontraron muerte en las aguas del mar, para que sirviese de recuerdo y homenaje a las víctimas del hundimiento, placa que todavía existe en la actualidad.

En agradecimiento, el Almirantazgo obsequió al cura con una escopeta, un reloj para el alcalde y un barómetro para el pueblo de Camariñas. Este barómetro todavía se puede ver en una casa del puerto.
Tras este naufragio se iniciaron reformas para mejorar la navegación en esta parte de la costa, entre ellas, la construcción de un nuevo faro.

La Corte Marcial, celebrada el 16 de diciembre de 1890 concluyó que la pérdida del Serpent se debió a un error de navegación.
Este lugar forma parte de la Ruta Europea de Cementerios Singulares.

El Serpent era un crucero de tercera clase construido en Devonport entre 1885 y 1888. Botado el 10 de marzo de 1887, desplazaba 1770 toneladas y estaba armado con 6 cañones de 6 pulgadas y 5 tubos lanzatorpedos de 14 pulgadas. El Serpent pertenecía a la clase Archer, una serie de ocho cruceros torpederos de la Marina Real Británica en servicio desde la década de 1880 hasta 1910, fueron los primeros buques de la Royal Navy en usar el galvanizado para proteger el metal de la exposición al agua salada.

El peso del armamento del buque, hacía que éste se balancease peligrosamente con el oleaje.
Texto y fotos de Manuel Candal y José Baña Heim.
Fuentes: Wikipedia, libro Costa de la Muerte, de José Baña Heim.
ForoNaval© 20/07/2021
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