¿El S-82 en 2017?

El 28 de julio infodefensa.com se hizo eco de unas declaraciones realziadas por el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, para el diario EL ECONOMISTA. De acuerdo con la entrevista, los cambios necesarios para resolver los problemas de sobrepeso detectados supondrían otros dos años de retraso, de forma que el primer buque no estaría operativio hasta 2017 en vez de 2015 como se estimaba hasta ahora. Tal y como esperábamos, de acuerdo con las declaraciones del Secretario de Estado de Defensa, las labores de auditoría realizadas por Electric Boat recomendarían un aumento de eslora como forma de compensar la desviación en peso, estimada en algo más del 8%. Dada la escasa reserva de flotabilidad de este tipo de diseños, esa desviación dejaría prácticamente sin probabilidades de crecimiento al S-80, algo totalmente inaceptable.

Debido a lo avanzado de la construcción del S-81, los cambios necesarios se introducirían a partir del S-82, cuyo grado de ejecución rondaría el 50%, dejándose los trabajos sobre el S-81 para más adelante, posíblemente para el final del proceso constructivo.

Parece una opción prudente, además de la más razonable desde el punto de vista de los costes extras. En algún medio se ha especulado en que el aumento en la eslora de 5-6m de los buques tendría un coste extra de unos 37-45 millones de € por unidad.

El Secretario de Estado de Defensa, Sr. Argüelles (Fuente: defensa.com)

De forma un tanto optimista, el Sr Argüelles habría asegurado que este nuevo retraso y los trabajos de rediseño no afectarán a la campaña de exportación, tal como algunos habrían considerado. Por desgracia, no compartimos el optimismo manifestado por el “número dos” de Defensa y estimamos que, hasta que no esté la primera nave adecuadamente probada y plenamente operativa, es poco probable que Navantia se pueda hacer un hueco en el duro mercado de exportación.

De acuerdo con la entrevista, quedaría definir qué zonas sufrirían los cambios de ingeniería necesarios para aumentar la eslora sin afectar al trimado y el reparto de pesos. Es de suponer que dependerá de una manera importante del diseño final de la planta AIP y sus elementos auxiliares.

La fecha de 2017 sigue siendo, en cualquier caso, una estimación. Preguntado sobre en qué fecha estará listo el S-82, el Sr Secretario de Estado contestó “es difícil poner una fecha con precisión, pero calculamos que se entregará en 2017”.

Respecto a la actual crísis de la fuerza submarina, el Sr. Argüelles aseguró que la gran carena pendiente del TRAMONTANA permitiría mantener al menos un par de S-70 operativos hasta 2017. No debemos olvidar que a día de hoy hay sólo tres submarinos en la LOBA, uno de los cuales estará inmovilizado al menos 13 meses durante su última gran carena para extender su vida útil en unos cinco años más.

Respecto a los costes, a día de hoy se mantendría el techo de gasto, pero está claro que el rediseño añadirá un sobrecoste sobre la cifra de 2.135 millones de euros actualmente presupuestada.

Es de destacar el hecho de que la entrevista preguntara al Sr. Secretario sobre la posible influencia que haya podído tener en el desarrollo del proyecto la actual política de personal de Navantia, la cual habría prejubilado a personal altamente cualificado y experimentado en el complejo mundo de la construcción de submarinos. Argüelles habria respondido que los problemas aparecidos se derivarían de la dificultad técnica que supone el diseño y la construcción de un proyecto complejo como el de un submarino, pero sin duda es un elemento que debería tenerse en cuenta y que los trabajadores del astillero público habrían denunciado en varias ocasiones.