Existe una tradición en las Fuerzas Armadas de los EE.UU. Consistente en regalar una especie de moneda o pequeño medallón a los compañeros de una unidad militar o a los amigos de dicha unidad que hayan demostrado algún mérito para merecerlo como simbolo de amistad, compañerismo y camaradería. También es costumbre intercambiarlas o regalarlas durante una visita, ya sea personal o institucional cuando hay aprecio y respeto. Dicha moneda o medallón se conoce como “Challenge Coin”.

Challengue Coin esmaltada de la Escuela de Especialidades de la Estación Naval de La Graña ESENGRA (JCO)
El origen de las Challenge Coins podría haberse generado en las antiguas legiones romanas, cuando los senadores entregaban a los soldados meritorios una moneda con el símbolo de la legión a la que pertenecía como reconocimiento por sus servicios. También se sabe que durante el Renacimiento se entregaban a los soldados una moneda que representaba un momento o hecho meritorio, como su participación en un combate o una batalla, siendo este símbolo el precursor de las actuales medallas que empezaron a aparecer a partir de la Edad Moderna.
Merece la pena destacar, por su interés historico, las Challengue Coins que mandó acuñar el almirante británico Vernon durante su fracasada campaña militar contra Cartagena de Indias, en las que mostraba de rodillas y humillado al almirante español Blas de Lezo. Por desgracia para Vernon, “vendió la piel del oso antes de cazarlo” que diría el refranero español, ya que quien salió derrotado y humillado fue él mismo tras ser vencido brillantemente por Blas de Lezo. Desde entonces Gran Bretaña ha intentado por todos los medios destruir todas las Challenge Coin en las que aparece “Medio Hombre” para tratar de ocultar esa gran derrota, si bien tenemos la suerte de conservar unas cuantas en el Museo Naval de Madrid.

Una de las Challenge Coin que el almirante Vernon mando acuñar para celebrar la derrota de Blas de Lezo en Cartagena de Indias. Desgraciadamente para Vernon fue Blas de Lezo quien le derrotó completamente con una aplastante e incuestionable victoria de los españoles sobre los británicos (MNM)
Ya en la Edad Contemporánea debemos trasladarnos a Estados Unidos, justo antes de su entrada en la I Guerra Mundial. Aquí empiezan a crearse las primeras unidades de aviación de combate al estilo de las que luchaban en Europa. Muchos de sus miembros eran estudiantes universitarios de clase alta que interrumpían sus carreras para alistarse en previsión de su participación en la Gran Guerra. Para crear apego a la unidad, compañerismo y camaradería, muchos de ellos encargaron a orfebres y artesanos del metal que les fabricaran pequeñas partidas de monedas de bronce sólido con los logotipos de sus unidades de aviación y con ellas viajaron hasta el campo de batalla europeo.

Challenge Coin del antiguo portaaviones español Dédalo R-01 (MNM)
Precisamente en un “dogfight” un piloto estadounidense fue derribado tras las lineas enemigas. Tras ser hecho prisionero por los alemanes, estos le requisaron sus chapas de identificación militar para evitar que el piloto americano se escapara, ya que si lo intentaba y lo volvían a capturar sin su identificación podía ser ejecutado por ser considerado como un espía en vez de como un combatiente. No obstante la obligación de un prisionero de guerra es intentar escapar para volver a su unidad, y eso fue lo que hizo nuestro piloto en cuanto tuvo la ocasión, llegando hasta las lineas francesas. Aquí los franceses lo detuvieron y al no llevar su identificación militar ni entenderle por hablar en otro idioma le consideraron como si fuera un espía y se prepararon para fusilarlo.
Por suerte el piloto de esta historia, llevaba consigo su Challenge Coin oculta en una bolsita de cuero que no le quitaron los alemanes y se la mostró a sus captores franceses. Uno de ellos reconoció el logo de la unidad militar estadounidense y logró que se pospusiera la ejecución hasta que se comprobara la identidad del piloto, pudiendo así salvar la vida y reintegrarse en su unidad.

Anverso de una antigua Challenge Coín de la 5ª Escuadrilla de Aeronaves de la Armada española, mostrando un helicóptero SH-3D Sea King sobre el ancla naval (MGE)
De esta forma fue como desde entonces se animó a los militares estadounidenses a llevar su Challenge Coin siempre encima, creándose un desafío para alentarlo, consistente en que si en una reunión un miembro de la unidad no llevaba su Challenge Coin encima cuando así se requiriese, deberia convidar a todos los compañeros que si la llevasen encima en ese momento. El requerimiento o desafío comienza cuando se golpea una Challenge Coin sobre una barra y entonces todos deberán sacar las suyas, aprovechando el momento para brindar por los compañeros caídos en señal de recuerdo y respeto.

Reverso de una antigua Challenge Coín de la 5ª Escuadrilla de Aeronaves de la Armada española, mostrando el primer logotipo y el lema de la unidad (MGE)
También en los EE.UU. La tradición ha ido llegando a otras instituciones gubernamentales, como por ejemplo la Casa Blanca, donde el Presidente de los Estados Unidos entrega, mediante un apretón de manos, una Challenge Coin a aquellos militares o funcionarios que han servido con distinción o como símbolo de amistad para con aquellas personas que hayan realizado un servicio meritorio.

La manera tradicional de entregar la Challenge Coin en los EE.UU. es mediante un apretón de manos (DoS)
Esta tradición de la Challenge Coin ha ido traspasando fronteras poco a poco hasta otros países de la órbita americana, llegando a nuestro país en el último tercio del pasado siglo y siendo una de las más conocidas las que se acuñaron para el portaaviones Dédalo (PA-01 / R-01)
En la actualidad una de las más bonitas que hay en nuestras Fuerzas Armadas es la Challenge Coin de la fragata Cristóbal Colón (F-105), que partió de la iniciativa de la Cámara de Suboficiales justo antes de que dicha fragata iniciara su viaje a Australia para colaborar en el adiestramiento de las dotaciones que iban a servir en los nuevos destructores de la clase Hobart de la Royal Australian Navy construidos por Navantia.

Las Challenge Coin de la Cámara de Suboficiales de la fragata Cristóbal Colón F-105 se acuñaron justo antes de su viaje a Australia para colaborar en el adiestramiento de los marinos de los nuevos destructores Hobart de la R.A.N. construidos por Navantia (JCO)
Todas las Challenge Coins que se hicieron para la Cámara de Suboficiales de la fragata Cristóbal Colón (F-105) se fabricaron a partir del bronce obtenido de las vainas de los proyectiles de 127 mm. disparados por el montaje artillero del propio buque y se han ido regalando como símbolo de amistad a aquellas personas con las que los suboficiales del buque han tenido una relación especial, como por ejemplo algunos marinos y militares australianos e incluso civiles que han pasado por el buque.

Las Challenge Coins de la Cámara de Suboficiales fragata Cristóbal Colón F-105 se elaboraron a partir de los casquillos de bronce de los proyectiles disparados por su cañón de 127 mm. (JCO)
Por tanto el estar en posesión de una Challenge Coin, ya sea de una unidad de los Estados Unidos, o de España o de cualquier otro país, se considera como un honor por simbolizar una señal de amistad, de aprecio y de camaradería, por lo que nunca jamás se puede perder o vender, ya que ofendería gravemente a quien la ha entregado y supondría una falta de respeto hacia sus camaradas, amigos y compañeros. Lógicamente tampoco se debe modificar o alterar (por ejemplo para hacerla un llavero o un colgante) ya que perdería su valor y su significado. Además, nunca se sabe si nos puede salvar la vida, como le ocurrió a aquel piloto estadounidense derribado tras las lineas enemigas durante la I Guerra Mundial.
Juan C. Ortiz (FORO NAVAL)

Challenge Coin conmemorativa de Navantia recordando los anteriores nombres que tuvo la empresa a lo largo de la evolución y las diferentes reconversiones de este astillero, que construye la mayoría de los buques militares que opera la Armada Española desde hace muchísimos años (JDJ)
Me ha gustado muchísimo este artículo. Muchas gracias.
Muchas gracias a tí compañero. Nos alegramos mucho de que lo hayas disfrutado Julio.