S-80, punto y seguido

Por Gorka L. Martínez Mezo


Muchas han sido las vicisitudes sufridas por el proyecto desde que nos hicimos eco del programa en nuestro blog allá por 2013.

Sin duda el momento más crítico del programa se vivió por entonces cuando se hizo público el exceso de peso detectado en el proyecto y que erosionaba de forma importante la reserva de flotabilidad del submarino.

A mediados de 2013 se tomó la decisión de otorgar un contrato de consultoría por tres años valorado en 14 millones de euros a la empresa Electric Boat, posiblemente la más capacitada y con más experiencia en el diseño de submarinos de última generación… y en resolver sus problemas, como fue el caso de los VIRGINIA diseñados por EB o sus labores de consultoría respecto al programa ASTUTE británico.

Como era de esperar, el sobrepeso de aproximadamente un 8% fue achacado en el informe de la empresa norteamericana a una serie de circunstancias como como pueden ser un «insuficiente sistema de medición en ingeniería» o una «aplicación inadecuada de los procedimientos de ingeniería y de los requisitos de validación», entre otras causas, tal y como se hizo eco la prensa local.

La solución recomendada, como era de prever, supone aumentar la eslora de los buques en unos siete metros, insertando anillos adicionales en el casco para aumentar la eslora del buque. Evidéntmente esto supone un rediseño de la nave, de forma que se pueda ajustar la distribución de equipos, lastres, etc. a la nueva eslora.

Es de destacar que desde el Ministerio de Defensa se negó que los problemas de peso estuvieran relacionados con la ambiciosa planta AIP de nuevo diseño seleccionada para los submarinos, aunque imaginamos que el aumento de volumen que posiblemente se asocie al aumento de la eslora facilite la instalación de los componentes de la planta.

A finales de 2013 el grado de ejecución de las obras era del 71% para el S-81 mientras que el S-82 se encontraba al 47%; el S-83, al 29 %; y el S-84, al 19%.

Evidentemente, los trabajos de rediseño han supuesto un nuevo retraso, de forma que el S-81, que antes del incidente se esperaba botar en 2017, no estaría listo hasta 2018, confirmado por las declaraciones del presidente del comité de empresa del astillero, Eduardo Aranda, realizadas el pasado 2 de septiembre y reflejadas por el diario LA VERDAD de Murcia:

«El objetivo es que el diseño del submarino esté listo a finales de este mismo año, y a comienzos de 2016 se abra la fase de producción del mismo. Unos objetivos que por el momento se están cumpliendo y cuentan con presupuesto por parte del Ministerio de Defensa»

En línea con las declaraciones del almirante jefe del Arsenal Militar de Cartagena, Fernando Zumalacárregui Luxán, tras la celebración del acto castrense con motivo de la virgen del Carmen el pasado mes de julio, según las cuales a finales del año la Armada dará la autorización del diseño definitivo de los submarinos, pudiendo proseguir los trabajos.

Estos se reanudaron a lo largo de 2014 tras un parón de varios meses, aprobando el Ministerio de Industria, Energía y Turismo un adelanto a Navantia de 774 millones de euros para el año 2014, alcanzando el techo de gasto calculado por el programa, sin contar con los costes extraordinarios asociados al rediseño y retraso en la construcción de las cuatro unidades programadas.

Pese a que aún no se ha dado luz verde al diseño definitivo, se han realizado nuevos contratos, siendo el último anunciado el realizado con la empresa CENTUM para la certificación de software crítico utilizado por varios sistemas de a bordo.

Aparte del coste económico directo, este retraso y rediseño ha afectado a las posibilidades de exportación del S-80, en las que Navantia había puesto todas sus esperanzas. Por desgracia, el S-80 fue sumariamente eliminado del programa de nuevas construcciones australiano y mucho nos tememos que este incidente haya podido dañar de manera importante las posibilidades de exportación del nuevo diseño. Esperemos que una vez sean solucionados todos estos problemas, el S-80 sea un buen buque, seguro y eficiente y que pueda ganarse el respeto de todos.