Durante la infancia todos hemos leído alguna vez la novela 20.000 Leguas de Viaje Submarino de Julio Verne, donde el misterioso Capitán Nemo le explicaba al profesor Pierre Aronnax, a bordo del Nautilus, las enormes riquezas que el mundo submarino escondía esperando a que el hombre adecuado las extrajera. Pues bien, un siglo después de que se editara la novela ya existen avanzadas tecnologías que permiten la extracción de preciados materiales de los fondos marinos, como hidrocarburos, gases naturales y minerales estratégicos que son necesarios para la construcción de maquinarias y equipamientos mecánicos y electrónicos con los que llenar el mercado, y todo eso sin mencionar a la potente industria pesquera que, a nivel global, esquilma poco a poco los mares de todo el planeta por los beneficios económicos que genera su demanda.

Los Buques de Acción Marítima son empleados por la Armada Española como patrulleros para garantizar la soberanía en las aguas territoriales y proporcionar seguridad en la Zona Económica Exclusiva (FOTO: AJEMA)

MARRUECOS, ARGELIA Y REINO UNIDO: EL ETERNO CONFLICTO DE LAS AGUAS TERRITORIALES CON ESPAÑA

Precisamente y con motivo de sacar provecho de los bancos pesqueros y yacimientos submarinos de hidrocarburos y minerales valiosos, dos países de nuestro entorno, Marruecos y Argelia, han ampliado recientemente y de manera unilateral sus aguas territoriales a costa de las aguas de soberanía españolas, lo que podría ocasionar posibles conflictos diplomáticos en el futuro próximo que, de no resolverse adecuadamente, podrían ser el detonante de un problema mayor que desembocase en un conflicto bélico no deseable y que debe evitarse desde ahora.

Por otra parte tenemos también a Reino Unido, que igualmente, amplió su espacio marítimo en Gibraltar a costa de las aguas de soberanía española en la Bahía de Algeciras, al ignorar la vinculación legal del tratado de Utrecht, siendo foco de generación de habituales rifirrafes entre las autoridades británicas de La Roca y de España, si bien este conflicto lo tenemos analizado pormenorizadamente en otro artículo de esta misma web.

Con Marruecos hay una larga historia de encuentros y desencuentros que ha culminado en estos meses con la ampliación de las aguas territoriales marroquíes frente al Sáhara Occidental, extendiendo su Zona Económica Exclusiva de las habituales y reconocidas 200 millas a las 350 millas, despojando a España de su Zona Económica Exclusiva de las Islas Canarias, lo que de facto vendría a significar que un barco español que salga por la bocana de un puerto en la isla de Fuerteventura para llegar a Gran Canaria, Tenerife o Lanzarote (por ejemplo) ya estaría automáticamente navegando por aguas de soberanía marroquí hasta que llegará a la dársena del siguiente puerto. A esto habría que sumar que a nivel político España nunca ha trabajado para que las aguas interiores del archipiélago sean reconocidas como aguas territoriales, es decir, que a las Islas Canarias se las trata más como a un conjunto de islas sueltas que a un archipiélago compacto en el sentido homogeneo.

Interpretación aproximada de la ZEE marroquí actual (en azul) comparada con la futura ampliación (en rojo) y la zona en disputa con España (en amarillo) (FOTO: Google Maps)

A esto se une también que el Gobierno de Marruecos ha empezado a considerar como ZEE propia la zona marítima frente al Polisario, que es un espacio territorial ocupado que no ha sido reconocido internacionalmente como parte integrante del Reino Alauita, existiendo resoluciones de la ONU que abogan por su descolonización y por la celebración de un referendum sobre su futuro. A nadie se le escapa que la motivación detrás de este movimiento marroquí se debe a la ubicación, fuera de la plataforma continental africana, del monte submarino de origen volcánico Tropic, que según se ha estudiado, dispone de valiosos y exóticos minerales como el telurio y el cobalto. A esto habría que sumar que frente a las Islas Canarias hay evidencias de la existencia de yacimientos submarinos de hidrocarburos y que hay importantes bancos pesqueros frente al Sáhara Occidental.

Respecto con Argelia, y siguiendo una pauta motivacional casi idéntica a la de Marruecos, se ha ampliado igualmente su Zona Económica Exclusiva de manera unilateral, hasta llegar prácticamente a las aguas territoriales españolas, usurpando parte del parque natural de la isla de Cabrera en el archipiélago balear. Este movimiento argelino se debe también a que existen importantes yacimientos submarinos de gas y petroleo en el área, por lo que, al igual que ha hecho Marruecos, busca asegurar que sean de su pertenencia exclusiva y que en el futuro se beneficie de su explotación, evitando que otros países se apropien de estas riquezas que yacen bajo el fondo del mar.

Interpretación aproximada de la ZEE argelina actual (en azul) comparada con la futura ampliación (en rojo) y la zona en disputa con España (en amarillo)  (FOTO: Google Maps)

¿QUÉ ES Y EN QUÉ CONSISTE LA ZONA ECONÓMICA EXCLUSIVA?

Para explicarlo de forma sencilla, la Zona Económica Exclusiva (ZEE) es la franja de mar u océano que que se extiende desde el llamado mar territorial (MT) hasta un límite de 200 millas náuticas (unos 370,4 kilómetros) que son los reconocidos de manera internacional por la Convención del Mar (CONVEMAR), que en su artículo 56 explica la manera en la que los estados ribereños pueden explotar y administrar sus recursos.

Conviene explicar que las aguas territoriales (MT) son aquellas que se extienden desde la orilla del país ribereño hasta las 12 millas (unos 22,2 kilómetros) y que se administran y gestionan con plena soberanía, tal y como reconoce la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982. Para que se puedan ampliar el dominio marítimo de la ZEE, tal y como pretenden Marruecos y Argelia, debe tenerse muy en cuenta hasta donde llega la plataforma continental submarina para que pueda ser reconocido internacionalmente, de manera que si dicha plataforma no llega hasta donde los países interesados pretenden, se quedarían sin argumentos técnicos que abalen su movimiento de ampliación unilateral, sobre todo cuando se meten en la plataforma submarina de las islas que son de soberanía de otro país que si respeta los acuerdos internacionales que establecieron tanto las aguas territoriales como la Zona Económica Exclusiva. Y es que lo que pretenden ejercer ambos países norteafricanos al ampliar sus aguas, a costa de las de España de forma unilateral, no tienen encaje ni reconocimiento en la legislación internacional.

EL REARME DE MARRUECOS Y ARGELIA, UN MOTIVO MÁS DE PREOCUPACIÓN

Sobre la situación política de Marruecos, hay que decir que siempre han tenido una diplomacia envidiable en cuanto a los objetivos que se han propuesto, ya que cuentan con el respaldo de las potencias occidentales (principalmente de Estados Unidos y Francia) que ven al reino Alauita como un freno ante el terrorimo islamista y la imigración ilegal que trata de llegar hasta los países de la Unión Europea, lo que le ha permitido, por ejemplo, ignorar las resoluciones de la ONU sobre la ocupación de la zona del Polisario sin consecuencias.

Dos corbetas de la clase Floreal usadas por Marruecos para patrullar su Zona Económica Exclusiva (FOTO: US Navy)

Marrruecos también está experimentando una notable potenciación de sus Fuerzas Armadas, aumentando su presupuesto militar hasta el 5,27% de su PIB, que junto a la financiación aportada por Arabia Saudí, le ha llevado a adquirir en Estados Unidos una importante remesa de equipamientos militares modernos, como carros de combate M1A1 Abrahams, helicópteros de ataque AH-64D Apache y cazabombarderos F-16 C/D. En cuanto a su marina de guerra, esta se ha fortalecido con una moderna y potente fragata francesa de la clase FREMM, dos corbetas francesas de la clase Floreal, tres corbetas SIGMA holandesas de última generación e incluso un modernísimo buque científico (para trabajos tanto  oceanográficos como  hidrográficos) de construcción francesa que ya está operando en las aguas del monte submarino Tropic. Igualmente la marina marroquí aspira a disponer en el futuro de algunos submarinos modernos.

El nuevo buque hidrográfico y oceanográfico BHO Ibn Battuta de la Marina marroquí ya está realizando trabajos de investigación en las aguas en litigio del monte submarino Tropic (FOTO: Revista Expansión)

Respecto a Argelia, el país tiene varios problemas con la contención en sus fronteras del terrorismo islamista y la guerra civil que padece Libia en estos momentos. A ello se suma la tradicional enemistad que guarda con Marruecos desde que ambas naciones norteafricanas alcanzaron su independencia colonial de Francia en el último tercio del pasado siglo, cuando se enfrentaron en una sangrienta guerra en el desierto en 1963 que quedó en tablas por el agotamiento militar marroquí y la bancarrota argelina al paralizarse su producción de petroleo.

Al igual que Marruecos, Argelia ha aumentado su presupuesto militar hasta el 3,2% de su PIB, gracias al cual se ha estado equipando militarmente con material ruso moderno en estos últimos años, operando con cazas Sujoi SU-30 MKA, helicópteros de ataque Mi-28NE Havoc y carros de combate T-90. No obstante, donde más ha llamado la atención el rearme argelino ha sido en su marina de guerra, que se está dotando actualmente con dos modernas fragatas de la clase MEKO-A200, tres corbetas chinas de la clase C-28A e incluso un buque LPD italiano para operaciones anfibias, así como con un moderno buque escuela para la formación de sus oficiales navales. Pero lo más llamativo de todo es su poderosa flota de 8 submarinos de la clase Kilo, fabricados en Rusia, que son considerados de los más modernos y silenciosos que hay actualmente, contando además con la capacidad de ataque a tierra en base a sus misiles de crucero Club-S de fabricación rusa. Esto es algo que ninguna otra potencia naval del Mediterráneo dispone en estos momentos, ni siquiera Francia mientras no entren en servicio los misiles tácticos SCALP en sus nuevos submarinos de la clase Barracuda o España dote a sus futuros submarinos S-80+ con misiles de crucero UGM-109S Tomahawk o similares, lo que permitiría un cierto equilibrio estratégico y disuasorio en la zona con esta delicada materia.

Dos submarinos de la clase Kilo de la marina argelina en su base de Mers el-Kebir. Por detrás, al fondo, se pueden ver varias fragatas y corbetas. (FOTO: Forces Navales Algeriennes)

En principio se considera que tanto el rearme de Marruecos como el de Argelia responde a la larga guerra fría que ambos países mantienen desde los años sesenta del siglo pasado, pero no se nos debe escapar que estas capacidades militares podrían llegar a afectar a los intereses españoles como consecuencia de las políticas expansionistas que los dos países africanos están llevando a cabo usurpando las aguas de soberanía española que rodean los archipiélagos canario y balear, al ampliar sus aguas de dominio a costa de las nuestras, con la finalidad de aprovechar los ricos yacimientos submarinos de telurio y cobalto que se están encontrando en las zonas cercanas a los archipiélagos españoles de Canarias y Baleares, como el monte submarino Tropic.

Aunque los medios militares con los que se han equipado Argelia y Marruecos no les proporcionarían el dominio marítimo en caso de conflicto bélico, si que podrían, llegado el caso, negar el dominio marítimo de España, en especial afectando al vital eje Baleares-Estrecho-Canarias, que podría llegar a extrangular a los dos archipiélagos y a las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta, que precisamente en estos momentos están viviendo un periodo de tensión fronteriza con Marruecos, hasta el punto que el BAM Rayo de la Armada ha debido intervenir para dejar claro los límites territoriales españoles en las aguas ceutíes hace pocos días.

CONSIDERACIONES FINALES

A modo de conclusiones finales, desde aquí podemos afirmar, con cierta certeza, que no es previsible que ocurra un escenario bélico con Marruecos o con Argelia, ya que las relaciones diplomáticas de España con los dos países norteafricanos suelen estar dentro de la normalidad vecinal y no suponen una amenaza inmediata para nuestro país. De hecho es más previsible que de haber una guerra, esta se produzca entre Marruecos y Argelia por sus problemas post-irredentistas no resueltos.

No obstante España no debe ni puede permitirse el lujo de dormirse en los laureles descuidando su capacidad de defensa (recordemos que en el momento de escribir este artículo, nuestra Armada sólo dispone de dos antiguos submarinos operativos de la otrora orgullosa y homogénea Flotilla Submarina de ocho SSK de las clases Delfín y Galerna, o que las veteranas fragatas FFG-7 de la clase Santa María están llegando al final de su vida operativa) ya que dichas capacidades militares son necesarias como elemento de disuasión creibles para defender el país frente a cualquier posible agresión militar extranjera o para proteger los intereses de nuestra nación, en especial en el importante y vital eje Baleares-Estrecho-Canarias, que es donde se articula y vertebra la mayor parte del tráfico marítimo de nuestro país.

Mientras no lleguen las futuras F-110 de la clase Bonifaz para sustituir a las veteranas F-80 de la clase Santa María, las fragatas F-100 de la clase Álvaro de Bazán son el elemento de superficie más moderno y capaz de la Armada para defender las aguas de soberanía españolas (FOTO: AJEMA)

Y es que debemos recordar que ya han existido algunos precedentes bélicos que han afectado a España con asuntos relacionados a la ampliación territorial de nuestro vecino del sur. No nos referimos unicamente al famoso incidente de la Isla de Peregil, cuando tropas marroquíes invadieron el islote y España realizó una impecable operación militar de recuperación de la soberanía nacional que se desarrolló de manera incruenta y sin derramamiento de sangre. Nos referimos más bien al incidente del 9 de abril de 1975, cuando se produjo un combate naval entre patrulleras marroquíes y buques de la Armada (el destructor Lángara y la corbeta Nautilus) cuando los alauitas capturaron al pesquero Liñeiros en aguas en disputa cerca de Melilla y los buques militares españoles lo liberaron, siendo todo ello consecuencia de la ampliación unilateral de las aguas territoriales de Marruecos en 1973 y que supuso una conflictiva serie de detenciones y apresamientos de pesqueros españoles en los caladeros cercanos a Melilla, Ceuta y Canarias e incluso Golfo de Cádiz, a raíz sobre todo de la cuestión del Polisario como telón de fondo.

Cazabombarderos EF-18M (C-15) del Ejército del Aire estacionados en la Base de Málaga durante el ejercicio Eagle Eye 20-1 de defensa aérea. Según algunos medios de prensa, ha sido una respuesta a la ampliación unilateral de las aguas marroquíes (FOTO: Gorka L. Martínez Mezo)

Precisamente para evitar una escalada de problemas es por lo que la diplomacia debe imperar sobre las armas, abogando desde aquí por el consenso y los acuerdos, respetando en cualquier caso el Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que debe ser vinculante para los estados ribereños que quieran vivir y prosperar en paz en base a una Zona Económica Exclusiva justa para las partes implicadas. Y desde luego todo ello debe alcanzarse sin imposiciones unilaterales o abusivas.

Juan C. Ortiz (FORO NAVAL)

El Buque de Proyección Estratégica Juan Carlos I (L-61) de la Armada, aquí retratado en el puerto de Málaga, estaría llamado a tener un importante papel disuasorio y de control del espacio marítimo y aéreo en caso de defender la soberanía territorial de España frente a cualquier posible agresión (FOTO: Diario Sur)