Si un hecho bélico ha llamado poderosamente la atención en la guerra rusoucraniana que estamos viviendo en estos días, sin duda este ha sido la pérdida del crucero Moskvá, buque insignia de la Flota del Mar Negro. Con casi 12.000 toneladas de desplazamiento a plena carga, el Moskvá ha sido la cabeza visible del bloqueo marítimo que Rusia ha impuesto a Ucrania, además de ser el protagonista del asalto a la Isla de la Serpiente al principio de la invasión.

Precisamente el día que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski presentaba el sello conmemorativo, el 13 de abril, el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych y el gobernador de Odesa Maksym Marchenko anunciaron que el buque había sido alcanzado por dos misiles R-360 Neptun lanzados desde una posición en la región de Odesa hacia las 07:00 p.m. hora local (GMT+3). Curiosamente, el sello fue presentado coincidiendo con el 110º aniversario del naufragio del Titanic.

SOBRE LAS CIRCUNSTANCIAS DEL PRESUNTO ATAQUE AL CRUCERO MOSKVÁ
Inicialmente la mayoría de los medios (incluyéndonos nosotros) no se tomaron el aviso muy en serio, dada la experiencia con otros anuncios similares realizados por las autoridades ucranianas. Sin embargo la sorpresa saltó cuando, unas horas después, el propio Ministerio de Defensa de la Federación Rusa anunció que el Moskvá había sido dañado por un incendio que habría provocado una explosión interna, aunque en ese momento el buque estaría a flote y el incendio controlado. Más tarde llegarían a decir que navegaba por sus propios medios hacia su base.
Finalmente, el mismo día 14 fuentes oficiales rusas anunciaron que el buque se hundió “en una tormenta” mientras era remolcado a su base en Sevastopol. La noticia llegó a ser anunciada en el telediario del principal canal de televisión ruso al día siguiente.
En un principio no había ningún tipo de imagen del incidente, lo que hacía imposible analizar lo sucedido con el Moskvá. Fuentes de inteligencia estadounidenses confirmaron el mismo día 14 que, el buque estaba dañado y, al día siguiente, corroboraron la hipótesis del ataque con misiles ucranianos Neptun.
Posteriormente se publicaron imágenes tomadas por un radar de apertura sintética (SAR) situado en un satélite que mostraría al Moskva en la posición 45°10′43.39″N 30°55′30.54″E, a unas 80 millas náuticas (100 km) al sur de Odesa, al este de la Isla Serpiente y a unas 50 millas náuticas (90 km) de la frontera terrestre entre Ucrania y Rumanía. Las imágenes fueron tomadas a las 18:52 hora local (UTC+03:00) de 13 de 2022, poco después de supuesto ataque y donde el Moskvá estaría acompañado de otros buques. En esos días aparecieron informaciones no contrastadas anunciando que un carguero turco habría rescatado varios supervivientes del Moskvá, aunque la nota oficial rusa indica que toda la tripulación fue rescatada sana y salva antes de que el crucero se hundiera.
El día 16 el jefe de la flota rusa y el jefe de la flota del Mar Negro pasaron, presuntamente, revista a la dotación superviviente del Moskvá en Sevastopol. El análisis de las imágenes indicaría la presencia de unos 240 hombres incluyendo al comandante del Moskvá, identificado por detalles de su físico.
Independientemente de la causa final de la pérdida del crucero Moskvá, muchos medios prorrusos se han escudado en las excelentes defensas del navío ruso. Indudablemente era un magnífico buque, pero con una tecnología que ya ha sido superada por el paso del tiempo.
DESCRIPCIÓN DE LOS CRUCEROS CLASE SLAVA
El Moskvá era la primera unidad de la clase Slava (Proyecto 1164 Atlant) botado en los astilleros Kommuna de Nikolaev, en la entonces Republica Socialista de Ucrania, el 27 de julio de 1979… no muy lejos de donde se hundió.

Los Slava venían a ser una versión “económica” de propulsión convencional de los grandes cruceros de batalla de propulsión nuclear de la clase Kirov (Proyecto 1144 Orlan). Su diseño comenzó en la década de los 60 como plataforma para el gran misil de crucero P-500 Bazalt (SS-N-12 Sandbox) usado también por los “cruceros portaaviones” de la clase Kiev (Proyecto 1143 Krechyet), siendo su misión principal combatir los grupos de superficie de la OTAN actuando de buque insignia de un grupo de combate. Se planeó la construcción de 10 unidades, aunque finalmente sólo se botaron cuatro, tres que sirvieron con la armada soviética y pasaron a la federación rusa y un cuarto, originalmente encargado por la Unión Soviética como Admiral Flota Lobov en 1983 pero que no fue botado hasta 1990 y quedó sin terminar en Nikolayev siendo trasferido a la nueva armada….. de Ucrania en 1993. Bautizado Ukraina, lleva desde entonces amarrado en Nikolayev y se desconoce su estado actual tras la invasión.
El enorme misil P-500 medía 11,7 m de largo y pesaba 4.800 kg, con una ogiva nuclear o convencional de 1.000 kg y un alcance de 550 km.

A partir de 1987 fueron reemplazados por los P-1000 Vulkan, que compartían el diseño aerodinámico pero con un alcance mejorado de 700 km gracias a un notable aumento del combustible logrado por pasar del acero al titanio para la estructura del misil y una miniaturización de la electrónica.

Era evidente que una plataforma para este misil iba a tener un desplazamiento considerable, especialmente si la batería de misiles consistía de 16 tubos.
Para actuar como buque insignia de un grupo de combate, los Slava debían disponer de una buena defensa antiaérea. Por ello recibieron el mismo sistema de defensa aérea que los Kirov, el S-300F Fort (SA-N-6 Grumble), basado en el novedoso S-300/SA-10 diseñado para reemplazar a los SA-1/2/3 para defensa aérea táctica o estratégica. Los misiles 5V55RM del sistema Fort tienen un alcance de 7–90 km (4.3–56 nmi; 3.8–49 nmi) contra blancos volando hasta a Mach 4 a alturas de 25–25.000 m.
Un sistema S-300F consta habitualmente de radares de exploración TOP SAIL o TOP STEER, un TOP PAIR y un iluminador 3R41 Volna (TOP DOME) que se encarga de seguir e iluminar los blancos para el sistema de guiado radar semiactivo de (SARH) los misiles 5V55. En el caso del Moskva, el radar de exploración aérea principal era radar tridimensional MR-800 Voshkod/Top Pair, siendo el secundario un MR-700 Fregat/Top Steer.

Los misiles 5V55 están estibados bajo cubierta en unos curiosos lanzadores revólver para ocho misiles de los que cada Slava tiene 8 con un total de 64 misiles.




Con un alcance mínimo de 7 km, los Slava disponen de una segunda capa de defensa cercana compuesto por un sistema OSA-M formado por dos lanzadores escamoteables ZIF-122 para 20 misiles cada uno y dos radares de control de tiro MPZ-301 Baza/Pop Group situados a las bandas junto al hangar


Los misiles 9M33M tienen un alcance de unos 10 km y teóricamente serían capaces de batir misiles rozaolas, aunque el sistema original tenía un techo mínimo de 50 m.
La última línea de defensa estaba formada por una batería de seis montajes artilleros multitubo AK-630. Cada montaje tiene seis tubos rotatorios de 30mm refrigerados por líquido y su cadencia de tiro es de 4-5000 disparos por minuto en modo de defensa de punto, siendo su alcance máximo de 4km contra blancos aéreos disparando un proyectil de 30 x 165 mm de 390 g de peso.

El AK-630 entró en servicio en 1976 aunque mostró algunos problemas que se resolvieron en la versión AK-630M que entró en servicio en 1979.
Al contrario que sistemas occidentales contemporáneos como el Phalanx norteamericano o el Goalkeeper holandés, el montaje carece de medios de control y estos son controlados remotamente. El sistema completo se denomina A-213-Vympel-A, e incluye el montaje AK-630M, en radar de control de tiro MR-123-02 y un sistema optronico SP-521. Cada sistema puede controlar dos montajes AK-630 y puede funcionar en modo automático, manual o manual óptico en caso de interferencia o fallo del radar

Al requerir un radar de control de tiro situado fuera del montaje, el sistema requiere un cuidado alineamiento entre los montajes y el radar, operando en bucle abierto al contrario que los citados Phalanx y Goalkeeper que funcion en bucle cerrado con su radar controlando tanto la posición del blanco como la ráfaga de disparos hasta que estos coinciden. Aunque diseñado específicamente como sistema de defensa de punto, hablamos de nuevo de un sistema diseñado con tecnología de los años 60 que entró en servicio hace 40 años. Si bien se han desarrollado versiones mejoras del sistema, se desconoce si estas han sido instaladas en el Moskva durante su dilatada carrera operativa.
Además de su generoso armamento, los Slava cuentan con una suite de guerra electrónica Kol’cho formada por dos antenas de interceptación Gurzhor-A&B/Side Globe, dos Bell Crown y Bell Push además de dos perturbadores MR-404/Rum Tub y dos lanzaseñuelos PK-2.

En cualquier caso, hemos de notar cómo los sistemas de defensa aérea están concentrados en la popa, quedamdo la proa dominada por el montaje artillero doble de 130 mm y los enormes misiles P-1000, además de dos montajes AK-630 de defensa de punto.
Si bien para cuando entró en servicio en 1983 su capacidad se defensa aérea era notable, con el paso del tiempo ha ido quedando anticuada. Los radares de exploración aérea son de la década de los 70 y carecen de la suficiente velocidad de barrido y definición para detectar misiles rozaolas y el sistema Fort está limitado por la presencia de un único iluminador que además sólo cubre la sección de popa mientras que el sistema OSA es también un sistema de la década de los 70 y de capacidades limitadas contra misiles rozaolas modernos.
El sistema de Defensa de Costas Neptune
Desarrollado por la Oficina de Diseño Luch de Kyiv, su elemento principal es el misil R-360

El R-360 está basado en el misil sovietico Kh-35, concebido en la década de los 70 por el Zvezda-Strela State Scientific-Industrial Center (GNPTs) aunque su desarrollo definitivo no fue autorizado hasta 1983/84. Este fue más complejo de lo esperado y el sistema 3M24 Uran (SS-N-25 Switchblade) no entró en servicio hasta la década de los 90 como sustituto de la familia P-15/P-20 (SS-N-2 Styx). El desarrollo no fue completado hasta que India ordenó su versión de exportación Kh-35E en 1994 comenzando las entregas en 1996. Hasta 2003 no fue adquirido por la Federación Rusa para aus buques y al año siguiente en una versión de defensa de costas denominada Bal (SSC-6 Sennight).

El misil ucraniano se reveló por primera vez en la exposición internacional Arms and Security de 2015 en Kiev. En su desarrollo habrían participado, además de Artem Luch GAhK, en su desarrollo habrían participado otras empresas ucranianas como Kharkiv State Aircraft Manufacturing Company, Motor Sich (turbofan MS-400), Pivdenne YuMZ Pivdenmash, Lviv LORTA, Vyshneve ZhMZ Vizar Kyiv, Radionix o Arsenal SDP SE (sistema de navegación)

Las primeras pruebas del sistema se realizaron el 22 de marzo de 2016, con la presencia del secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa (NSDC), Oleksandr Turchynov, continuando en 2017. Según el servicio de prensa del NSDC, las primeras pruebas de vuelo exitosas del sistema tuvieron lugar el 30 de enero de 2018. El 17 de agosto de 2018, el misil alcanzó con éxito un objetivo a una distancia de 100 kilómetros (62 millas) durante disparos de prueba en el sur del Óblast de Odesa. El 6 de abril de 2019, el misil se probó nuevamente con éxito y alcanzó sus objetivos durante pruebas cerca de Odesa. Según el presidente Petro Poroshenko, el sistema Neptune se entregaría al ejército ucraniano en diciembre de 2019. Sin embargo, hasta marzo de 2021 no se entregaron oficialmente las primeras unidades.

Respecto al número de misiles operativos, sólo sabemos que en 2019 se encargaron 120 misiles a su fabricante. La planta de fabricación tendría capacidad para construir unos 50 misiles al año aproximadamente en condiciones ideales.
Según diversas fuentes, el número de misiles entregado iría de sólo 3 a un máximo de 15-20. En teoría cada batería tiene seis lanzadores cuádruples y un total de 24 misiles. La planta de Luch fue atacada al iniciarse la invasión lo que hace el alistamiento de nuevos misiles difícil. Igualmente, habría que ver si los proveedores de Luch estarían aún en condiciones de enviar componentes para reparar o construir más misiles después de la campaña rusa de bombardeos contra la industria militar ucraniana

El misil Neptun tiene un peso de 670 kg y está armado con una ojiva de fragmentación de alto explosivo de 145 kg. Propulsado por un turbojet, su alcance sería de unos 300 km. Su sistema de guiado es inercial con GPS, radio altímetro y radar activo para la fase final. Algunas fuentes hablan de una capacidad radar pasiva, aunque no lo hemos podido confirmar. Como cualquier misil antibuque moderno, su altura de vuelo es adaptativa y tiene la opción de hacer una maniobra “pop up” final para tratar de confundir a los sistemas de defensa de punto.

Una batería Neptune está formada por hasta cuatro vehículos lanzadores USPU-360 cada uno xon cuatro misiles, un vehículo de recarga TZM-360, a un puesto de mando móvil RCP-360 además de otros vehículos auxiliares. Las versiones de pruebas estaban basadas en vehículos KrAZ aunque la versión de producción utilizaría camiones checos de la serie Tatra T815-7. Para mejorar la supervivencia y aumentar las posibilidades de despliegue, la batería puede operar hasta a 16km tierra adentro
¿QUÉ PASÓ CON EL MOSKVÁ?
He aquí el quid de la cuestión. Como ya hemos comentado, tenemos dos versiones totalmente opuestas aunque contrarias a los intereses rusos.
Como hemos visto en el análisis de las capacidades del Moskva, es perfectamente posible que fuera alcanzado por misiles Neptune lanzados desde tierra. La información que tenemos sobre la posición del buque en el momento del impacto estaría dentro de las capacidades del sistema y es muy posible que un misil R-360 pudiera superar las defensas del crucero, especialmente si este no esperaba ningún tipo de ataque.
Hace unos días el analista británico H I Sutton informó, trabajando sobre fuentes de inteligencia abierta (OSINT), cómo el crucero seguía un patrón más o menos fijo mientras navegaba frente a las costas ucranianas. Indudablemente de eso se habrían dado cuenta los ucranianos, sin duda ayudados por fuentes de inteligencia occidentales (hay un RQ-4 volando sobre el Mar Negro prácticamente las 24 horas del día desde el comienzo de la invasión además de otros medios) teniendo tiempo para preparar una emboscada.
Según las fuentes ucranianas, la tripulación del crucero habría sido “distraída” por un UCAV Bayraktar TB-2. Teniendo en cuenta las capacidades de los radares del buque, personalmente creemos quw lo habrían tenido difícil para localizar el dron si este no hubiera recibido un reflector radar para aumentar su sección radar (RCS) para poder aparecer en los radares del Moskva. De ahí que nos inclinemos por un ataque convencional.
Si el misil fue lanzado a 80 millas náuticas desde la zona de Odesa usando un tercero para obtener la posición y rumbo del buque (el propio Bayraktar), los misiles podrían ser lanzados sin que la propia batería emitiera realizando el vuelo de crucero bajo control del INS y radio altímetro y sólo activando su radar activo en la fase final del ataque dejando al buque sin capacidad de respuesta. La suite de Guerra Electrónica del crucero usaba tecnología de la década de los 70 y desconocemos sus capacidades, pero si el radar del buscador del misil empezó a emitir dos minutos o tres antes del impacto habría necesitado unos operadores muy bien entrenados (y atentos) para detectar las emisiones del buscador del misil, identificarlo y lanzar contramedidas además de permitir al buque maniobrar o defenderse.

En cuanto a la versión rusa, un accidente es siempre posible y más aún cuando hablamos de un buque antiguo y cargado de explosivos hasta las trancas. Por desgracia las fuentes rusas no han dado más detalles del incidente, pero ciertamente no es descartable un accidente.
Otro detalle que no hemos comentado pero que es vital es la capacidad de control de daños del navío. Informes anecdóticos de personal naval que ha visitado buques rusos en años recientes han afirmado que los equipos visibles para el personal de control de daños les han parecido anticuados y, teniendo en cuenta el número de marineros de leva a bordo, es posible que la formación de los trozos de control de daños de la armada rusa no esté a la altura de los estándares de la OTAN. Si además los equipos (respiradores, cámaras termicas, EPIs…) y el propio buque (sistema antiincendios, bombas de achique…) no están a la altura, la catástrofe está asegurada.
ANÁLISIS DE LAS FOTOGRAFÍAS DEL CRUCERO MOSKVÁ DAÑADO
Por desgracia, el número de imágenes del crucero dañado que han aparecio es escaso y sólo muestran la banda de babor desde una posición de tres cuartos.
Las imágenes (y el fragmento de vídeo) disponible nos muestran una importante escora con una abundante emisión de humo oscuro desde la popa de la superestructura proel a la altura de la chimenea la oculta y oculta además los tubos lanzadores de los misiles Vulkan, un punto evidentemente muy sensible.
Aunque las imágenes no son muy buenas, los ocho lanzadores de babor precen estar intactos; hay que tener en cuenta que la detonación de alguno de estos grandes misiles en su tubo habría causado una catástrofe dada su disposición con los ocho misiles de cada banda muy próximos entre ellos.
Algunos analistas indican que el humo podría estar saliendo de la zona donde se encontraría el pañol de los cohetes del sistema antisubmarino RBU-6000, lo que sin duda podría provocar una gran conflagracion.
Algunas fuentes indican que en esa zona podría estar el puesto principal de control de daños, lo que claramente no iba a ayudar en las tareas contraincendios

El fuego se habría extendido hacia popa pudiendo observarse varias portillas o paneles de alivio manchados en sus bordes de humo incluyendo la zona del pañol de misiles S-300, un compartimento muy grande y profundo. Nótese igualmente lo que podría ser una gran grieta en la zona de unión del pañol S-300 con la superestructura de popa, lo que podría indicar un importante daño estructural en la zona.
Otro detalle interesante que se puede observar es que la antena del iluminador Volna para el sistema S-300 se encuentra en posición de estiba mirando hacia popa, lo que indica que no llegó a ser usado. Lo mismo ocurre con radar de control de tiro Baza y el lanzador escamoteable Zif-122 del sistema de defensa ceecana Osa situados junto al hangar. La compuertas del hangar se encuentran semiabiertas, lo podría indicar que esa zona se hubiese usado como posición de control de daños y/o evacuación. Aunque no podemos ver si contiene su helicóptero de dotación.
Han desaparecido también los característicos contenedores para balsas auto hinchables estivados en las bandas a popa, indicando que el buque ha sido evacuado. Nótese la manguera abandonada con las mangueras de un buque de auxilio que apenas se ve en la otra banda.
Llama la atención el buen estado de la mar, lo que indicaría que el clima era bueno en el momento del incidente, a pesar de que la versión rusa afirma que el buque se hundió a causa de un temporal cuando era remolcado.

Las fotografías parecen que ha sido tomadas desde un buque auxiliar, posiblemente el remolcador SB-742 y detrás del buque se intuye la presencia de otro remolcador de auxilio aunque no se observan otros buques rusos, lo que podría indicar que ya se ha perdido la esperanza de salvarlo y los remolcadores estarían esperando a que el incendio apagara para tomarlo a remolque o simplemente están esperar a que el buque terminara por zozobrar.
Sobre la significativa escora que presenta el crucero, esta podría deberse bien a daños estructurales causados por las explosiones o el fuego (recordemos la posible grieta en la zona del pañol S-300) que comprometieran la estanqueidad o deberse a los esfuerzos para combatir el fuego, con el buque embarcando poco a poco agua de las mangueras y los medios de extinción contraincendios, que podría inundar compartimentos intactos aumentando el desplazamiento de manera asimétrica. No olvidemos el riesgo del efecto de superficie libre. Este es el efecto que se produce en los barcos cuando un tanque a bordo se encuentra parcialmente lleno, y la superficie del líquido contenido en su interior está libre de mantener la horizontal durante el movimiento de balance, experimentándose una pérdida de estabilidad o disminución del brazo (GZ’) de la curva adrizante.

En el caso de un incendio, si el agua usada para combatir las llamas no puede drenar, puede acumularse de forma que pueda llegar a provocar este efectos y hacer zozobrar el buque

UN PAR DE COMPARATIVAS CON CASOS ANÁLOGOS DE ATAQUES CON MISILES ANTIBUQUE
Antes de nada, debemos aclarar que un misil antibuque no produce una explosión espectacular cuando impacta en un blanco hasta desintegrarlo, tal y como ocurre en las películas, sino que el misil está diseñado para penetrar en el casco del buque y provocar daños internos y dejarlo fuera de combate. Esto lo pudimos comprobar reciéntemente en el ejercicio LANMIS ARMEX-BOMBEX 21 organizado por la Armada Española, en la que se lanzaron varios misiles sobre dos lanchas de instrucción A.I. dadas de baja y usadas como blancos.
Con esto en mente, podemos recordar el hundimiento del destructor antiaéreo británico HMS Sheffield (D-80) ocurrido el 10 de mayo de 1982 durante la Guerra de Las Malvinas. El navio británico sufrió un audaz ataque argentino hábilmente ejecutado el 4 de mayo anterior, cuando una pareja de cazabombarderos Super Étendard dispararon un par de misiles AM-39 Exocet. Tal y como se puede ver en las fotos del suceso, el destructor británico no aparentaba presentar grandes daños en su exterior, ya que los misiles penetraron el casco provocando los daños en su interior, causando un pavoroso incendio y el posterior hundimiento de la nave.

En el caso del Sheffield, pese a ser un buque prácticamente nuevo, su electrónica estaba al borde de la obsolescencia, con un radar de largo alcance Tipo 965 operando en frecuencia UHF y basado en tecnología de la década de los 40 apoyado por un Tipo 992 de corto alcance algo más exacto pero también basado en tecnología de los años 50. Ninguno de los dos tenía una capacidad real para detectar blancos volando a muy baja altura, lo que impedía apuntar los iluminadores Tipo 909 que, además, eran muy sensibles al clutter. Su suite de guerra electrónica UAA1 era aceptable para la época pero muy poco automatizada.
La complacencia también jugo un papel importante, dado que los aviones argentinos fueron detectados durante una de las maniobras de pop up por su gemelo el Glasgow que pasó el avión y toco zafarrancho, permaneciendo el Sheffield en Código amarillo hasta el impacto del misil, aunque llegó a enganchar brevemente a uno de los aviones con el 909 de proa antes del lanzamiento. Con el sistema ESM UAA1 temporalmente bloqueado por una transmisión satélite, el misil fue localizado visualmente segundos antes de que alcanzara el buque aunque nadie ordenó zafarrancho ni se iniciaron maniobras evasivas o lanzamiento de chaff.
El impacto del misil causó un grave incendio provocado por los propergoles del motor cohete, que rápidamente llenó el navio de humo que se filtró por orificios para cableado poco estancos, existiendo además mucho material que emitía humo tóxico hasta a forzar el abandono del buque debido a la humareda. El puesto de control de daños quedó inutilizado al igual que la tubería principal de incendios dificultando las tareas de control de daños. Sin un mando centralizado y limitados a bombas portátiles, poco se pudo hacer pese al apoyo de las fragatas Yarmouth y Arrow, su comandante ordenó la evacuación a las cuatro horas del impacto. Tras seis días a la deriva, el buque se escoró a estribor al tomar agua por el orificio del casco hasta darse la voltereta el 10 de mayo de 1982.
Cinco años después la siguiente victima de los Exocet fue la fragata norteamericana USS Stark (FFG-31). El 17 de mayo de 1987 fue alcanzada por dos misiles AM-39 lanzados por un avión de negocios Falcon modificado con la avionica de los Mirage F-1EQ-5 iraquíes.
Aunque los equipos montados a bordo de la fragata norteamericana eran muy superiores a los de la nave británica, con un radar de largo alcance SPS-49 y un radar de superficie/exploración de baja cota SPS-55 además de los asociados a la dirección de tiro Mk92 Mod 4 y un iluminador STIR para los misiles SM-1. Al igual que en el caso británico, las deficiencias en sus equipos y el exceso de confianza condenaron a la nave.
Si bien el aparato iraquí fue detectado por los radares del buque, ambos misiles, disparados a unas 22 y 15 mn respectivamente, pasaron desapercibidos y sólo fueron detectados visualmente pocos segundos antes de impactar. Ambos misiles alcanzaron a la fragata prácticamente en el mismo punto debido al reflejo radar causado por la aleta del puente.
Al contrario que en el destructor británico, la fragata estadounisense montaba un sistema de defensa de punto CWIS Phalanx, un sistema completamente automático e independiente del sistema de combate de la fragata… pero que estaba desconectada debido a que se habían dado casos de sistemas Phalanx empeñando indiscriminadamente buques navegando en la proximidad o incluso aparatos amigos, con el riesfo que ello suponía.
En este caso sólo uno de los misiles detonó, pero el combustible hipergólico de ambos misiles causó un gravísimo incendio. Los vigorosos esfuerzos para combatir los incendios casi hacen que la fragata estadounidense se hundiera al perder la estabilidad por el efecto de agua libre al no poder drenar el agua usada para combatir los incendios que se iba acumulando en el casco. Una buena organización de los esfuerzos con equipos adecuados y bien entrenados logró salvar a la fragata a pesar del grave incendio provocado por el impacto de los misiles.

CONCLUSIONES FINALES
Como ya hemos visto al principio de este artículo, existen dos versiones contrapuestas sobre la pérdida del crucero Moskvá. Los ucranianos se atribuyen el hundimiento tras un ataque con misiles antibuque R-360 Neptun y los rusos la achacan a una explosión accidental. Como podemos ver, ambas versiones son posibles, aunque algo de verdad debe haber en la versión ucraniana cuando los buques de la Flota del Mar Negro se alejó de la costa ucraniana en los días posteriores al incidente.
La versión rusa, por el contrario, habla de una explosión fortuita de origen desconocido que habría provocado un gran incendio cuya intensidad habría forzado a la tripulación a abandonar la nave que se habría hundido a causa del mal tiempo mientras era remolcada. Esta versión es, aún si cabe, peor para la imagen internacional de la Marina de Guerra de Rusia, ya que vendría a demostrar una enorme falta de adiestramiento y una gran negligencia a bordo del buque insignia de la Flota del Mar Negro operando, además, en una zona de guerra con operaciones militares en progreso.

Es posible que en los próximos días aparezcan nuevos datos e información sobre este suceso que ayuden a esclarecer las verdaderas causas de la pérdida del crucero Moskvá, aunque lo dudamos. Al menos ayer la armada rusa admitió la existencia de un muerto y 27 desaparecidos después de varios días asegurando que toda la tripulación había aido rescatada sin daños personales. El tiempo dirá.
Gorka L. Martínez Mezo y Juan C. Ortiz Parra (FORO NAVAL)
ForoNaval© 20/04/2022
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Es decir, que las dos versiones son ciertas: es cierto que los ucranianos lanzaron dos misiles que impactaron en el buque ruso y es cierto que hubo un incendio en el interior que provocó grandes daños al crucero lo cual acabo produciendo su hundimiento.
El único «detalle» que los rusos omiten es la parte del impacto de los misiles ucranianos pero al final, todos tenían razón
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