Dentro de la carrera naval que se produjo en la segunda mitad del pasado siglo XX entre las marinas militares hispanoamericanas por obtener el buque escuela más grande y más bonito para representar a sus países, se podría considerar que solamente englobaría a Colombia con su Gloria, al Ecuador con su Guayas, a Venezuela con su Simón Bolívar y a México con su Cuauhtémoc, donde cada vez que se encargaba a los astilleros un velero de instrucción se construía de mayores dimensiones que el anterior. Pero en cierto modo esa carrera naval antes mencionada se ha llegado a extender prácticamente hasta el día de hoy, cuando la Marina del Perú entró en escena con su novísimo y flamante buque escuela Unión, que superaba en tamaño al ya de por sí magnífico buque escuela Esmeralda de Chile, que era el de mayor en tamaño en el continente americano, en lo que sería una especie de competencia amistosa entre dos naciones antaño enemigas que libraron entre ellas épicas batallas navales a finales del siglo XIX que han marcado sus idiosincrasias y tradiciones navales.
A estos países con veleros de instrucción naval se suma la Argentina con su buque escuela Libertad, que en cierta medida es también competencia de su homólogo chileno por similares razones a las del Perú. Por otra tenemos también al velero Capitán Miranda del Uruguay, que podría ser considerado como el decano de los buques escuelas de las naciones del continente americano, por ser la nave más veterana en servicio activo en el papel de embajador de paz en la mar y formador de navegantes.
■ CAPITÁN MIRANDA (ROU-20)
Estamos ante un caso muy curioso e interesante de velero de instrucción naval, construido en un inicio como buque hidrográfico en los astilleros españoles de Matagorda de Puerto Real en 1930, tras ganar un concurso público internacional convocado por el Gobierno Uruguayo para la adquisición de un buque planero para cartografiar las aguas nacionales uruguayas.

El buque escuela uruguayo Capitán Miranda navegando con todas sus velas desplegadas. Las que están decoradas con soles fueron pintadas por Carlos Páez Vílaro, aportándole un carácter muy personal al velero (FOTO: Armada Nacional de Uruguay)
El diseño original tenía las lineas de un elegante yate velero de la época, con una curvada proa de violín y más de quinientas toneladas de desplazamiento con propulsión mixta a motor y a vela, dotado de dos mástiles. Con sus nombre hace homenaje al prestigioso marino, explorador, científico, escritor e historiador uruguayo Francisco Prudencio Miranda, que fue el responsable de levantar las cartas náuticas del mar territorial de su país.
Tras una larga y fructífera carrera hidrográfica sirviendo al Uruguay, llegando a distinguirse en el salvamento de los náufragos del buque mercante argentino Esquel en 1965, todo parecía indicar que la vida operativa útil del buque había llegado a su final, por lo sería dado de baja y desguazado. Pero por suerte el almirante Hugo Márquez, comandante en jefe de la Marina Uruguaya, pensó que sería una pena deshacerse de un buque tan hermoso, por lo que encargó el estudio para que se transformara en buque escuela para que siguiera sirviendo a su país en la mar.

El buque escuela Capitán Miranda navegando con todo su aparejo, donde destacan las velas decoradas con el Sol del Uruguay (FOTO: Armada Nacional de Uruguay)
Fue así como en 1976 se culminó el proyecto y el antiguo buque hidrográfico de dos palos Capitán Miranda se transformó en una hermosa y estilizada goleta de tres palos, equipada con un modernísimo aparejo de velas tipo Marconi (también conocido como aparejo Bermuda) combinado con velas de cuchillo, al tiempo que se aumentaba su habitabilidad y se modernizaba de manera adecuada para facilitar su nueva misión como velero de instrucción naval.
Sobre su velamen merece especial atención el petifoque y el contraestay de trinquete, que fueron decorados con unos llamativos soles pintados por el afamado artista plástico uruguayo Carlos Páez Vílaro, decoración caracteristica que ha contribuido a facilitar la rápida identificación del Capitán Miranda cuando participa en los grandes eventos y revistas navales, así como en las grandes regatas internacionales en las que representa a su país o cuando visita los puertos de otras naciones, llegando en varias ocasiones a dar la vuelta al mundo.

El mascarón de proa del Capitán Miranda representa a José Artigas, primer mandatario y libertador del Uruguay (FOTO: Carlos Pedro Vairo)
Siguiendo con la decoración, debemos fijarnos también en su mascarón de proa, que igualmente representa un sol con los rasgos faciales del general y libertador uruguayo José Artigas, obra de los escultores Andrés Santangello y Jabier Abdala, que incluyeron también en el diseño de la figura varios símbolos característicos de su nación, como las flores de burucuyá (símbolo de la pasión) y de ceibo (que es representativa del Uruguay)
En 1978 el renacido Capitán Miranda entró de nuevo en servicio activo con la Marina del Uruguay, empezando a destacar en su nueva función de buque escuela por su alta velocidad y prestaciones náuticas, si bien ello le suponía un gran esfuerzo y desgaste de materiales, por lo que 16 años después el buque volvería a visitar los astilleros de Cádiz que le vieron nacer en 1930 para someterse a una completa y profunda revisión y modernización, siendo desmontado y rearmado en su casi completa totalidad y de manera minuciosa por la Bazán (actual Navantia)
A pesar de que comparado con otros buques escuelas hispanoamericanos pueda parecer un barco pequeño (de hecho es el más pequeño en tamaño de los actualmente en servicio en las marinas sudamericanas) puede que no lo parezca tanto cuando repasamos su amplio historial naútico y marinero y le vemos superar, por ejemplo, una enorme tormenta con mar de fuerza 11 en el golfo de Vizcaya que casi llegó a colapsar el buque, siendo superada la crisis airosamente, lo que habla muy bien de la calidad del velero y de la formación naval de su dotación. Y es que precisamente esa es la función primordial de un buque escuela, la de formar y preparar a los marinos para superar cualquier situación en la mar.

Como ocurre con los buques escuelas de las marinas actuales, su función es la de formar a los futuros oficiales que comandarán los modernos buques de combate y aeronaves navales (FOTO: Armada Nacional de Uruguay)
Las características más destacadas del CAPITÁN MIRANDA son las siguientes:
Año: 1930 (S.E.C.N.)
Transformación: 1976 (realizada por la S.C.R.A.)
Modernización: 1993 (efectuada por la E.N. BAZÁN)
País: Uruguay
Diseño: Sociedad Española de Construcción Naval (S.E.C.N.)
Constructor: Astillero de Puerto Real (Cádiz)
Desplazamiento: 839 Tn
Eslora: 64 m.
Manga: 8 m.
Calado: 3,80 m.
Tripulación:
• 12 oficiales
• 39 marineros
• 16 cadetes
Clase: goleta de 3 palos
Superficie vélica: 853,35 m²
Aparejo: Marconi
• 3 velas Marconi (trinquete, mayor y mesana)
• 5 cuchillo (petifoque, foque, trinquetilla, contraestay de trinquete y bauprés)
Propulsión: un motor Diésel de 750 cv
Velocidad máxima: 10,5 nudos
IMO: –
MMSI: 770576100
Identificativo de llamada: CWBE

Las espectaculares velas decoradas con el Sol del Uruguay fueron pintadas por el artista Carlos Páez Vílaro (FOTO: Armada Nacional de Uruguay)
■ BAP UNIÓN (BEV-161)
Siempre ha llamado la atención que una nación hispanoamericana de la importancia del Perú y con una tradición naval centenaria careciera de un velero de instrucción a la par de otras naciones de su entorno. De hecho la Marina de Guerra peruana ansiaba desde hacía décadas el disponer de un buque escuela que sirviera tanto para el adiestramiento naútico y marinero de sus cadetes navales como para representar a su nación por los mares como hacen otras importantes naciones de Hispanoamérica.

El flamante buque escuela Unión navegando majestuosamente con todo su trapo desplegado al viento (FOTO: Marina de Guerra del Perú)
Existió un primer intento de dotar a la Marina de Guerra del Perú con un buque escuela a vela en el año 1985, si bien la crisis económica por la que pasó el país andino en esa época hizo postergar el proyecto hasta el año 2012, en el que el gobierno peruano consiguió los fondos para empezar a construir su anhelado velero de instrucción naval, que sería llamado Unión en recuerdo de la antigua corbeta peruana de finales del siglo XIX que participó en múltiples acciones navales, como el combate de Angamos o el bloqueo del Callao.
Fue así como previamente, y en base a las excelentes relaciones bilaterales del Perú con España, se encargó a los astilleros vigueses de CYPSA el diseño y estudio de ingeniería del nuevo buque escuela, que sería totalmente construido con materiales y mano de obra peruana por el astillero SIMA, contando el nuevo barco con una eslora de 115,75 metros y un desplazamiento de 3.200 toneladas, siendo capaz de albergar hasta un máximo de 250 tripulantes a su bordo.

Quizás una de las fotos más bonitas y emotivas conseguidas hasta ahora del BAP Unión fue la realizada, a su paso por la Coruña, por nuestro compañero de la asociación Foro Naval Manuel Candal.
El casco, a pesar de estar dotado con las más nuevas tecnologías, sigue las líneas clásicas de los grandes veleros de instrucción naval, contando con un gran talamete de estilo “liverpool” a la mediación de su cubierta principal. Su aparejo está compuesto por cuatro palos que soportan una superficie vélica de cuatro mil trescientos metros cuadrados de trapo repartido en veinticuatro velas, fabricadas por la veterana empresa chilena Wienecker, con casi ciento veinte años de experiencia en el sector.
Uno de los elementos más distintivos del nuevo velero peruano es su mascarón de proa, que cuenta con una talla de la escultora Pilar Martínez Woodman representando al monarca inca Tupac Yupanqui portando una capa que simula las olas del mar mientras sigue al sol de poniente, para simbolizar su autoría como descubridor de la Polinesia.

El mascarón del Unión representa al inca Tupac Yupanqui, pionero en el descubrimiento de la Polinesia (FOTO: Luis Sueyras)
Una vez botado el Unión, la Marina de Guerra del Perú también contó con la colaboración de un instructor del buque escuela Juan Sebastián de Elcano de la Armada Española para la necesaria fase inicial de adiestramiento de la dotación del flamante velero, puesto que los peruanos carecían hasta ese momento de la necesaria experiencia en este tipo de buque.
También hay que mencionar los intercambios con el Cuauhtémoc de la Marina mexicana y con el Gloria de la Marina colombiana para la adquisición de conocimientos sobre el manejo de los aparejos, la navegación a vela y mixta, la reparación de velas, el mantenimiento del casco, etc.

El BAP Unión en el Puerto del Callao junto al mítico crucero BAP Almirante Grau (FOTO: Luis Sueyras)
Desde que entró en servicio en el 2016, el Unión se ha convertido en el buque escuela más grande de Hispanoamérica, desbancando de esa posición al Esmeralda de la Marina chilena, que compartía dicho estatus con el Juan Sebastián de Elcano de la Armada Española. Unicamente el buque escuela Sedov de la Marina de Rusia supera en tamaño al Unión dentro de la lista de los buques escuelas de todo el mundo.
Así pues, podemos afirmar que con el Unión la Marina de Guerra del Perú ha alcanzado sus máximas aspiraciones en cuanto a dotarse de un gran y moderno buque escuela, que además se ha convertido en todo un referente a nivel mundial y en toda una imagen icónica del Perú en la mar, puesto que además de su misión principal de velero de instrucción naval para la formación de los futuros oficiales que comandarán los buques de combate, también está realizando una encomiable labor como embajador de buena voluntad del Perú proyectando a nivel internacional la amistad, cultura, imagen e industria naval de la nación en todos los puertos de los países que visita.
Las principales CARACTERÍSTICAS del Unión son las siguientes:
Año: 2014
País: Perú
Diseño: Ingenieros Navales CYPSA de Vigo
Constructor: SIMA Perú S. A. (Callao)
Desplazamiento: 3.200 Tn
Eslora: 115,5 m.
Manga: 13,5 m.
Calado: 6,5 m.
Tripulación: 250
• 25 oficiales
• 90 marineros
• 134 cadetes
Clase: fragata de 4 palos
Superficie vélica: 853,35 m²
Aparejo: Bricbarca
• 18 velas cuadras
• 8 velas de estay
• 2 cangrejas y 1 escandalosa
Propulsión: un motor Diésel Caterpillar 3516H
Velocidad máxima: 12 nudos
IMO: 760105000
MMSI: 9999999
Identificativo de llamada: OBAA

La fragata BAP Quiñones navegando por delante del BAP Unión. El buque escuela adiestra a los cadetes que serán los futuros oficiales de los buques de combate de la Marina peruana (FOTO: Luis Sueyras)
Para finalizar se podría afirmar que con este gran buque escuela peruano se pone un punto final a la carrera naval hispanoamericana que supuso una especie de competencia amistosa entre las marinas militares del continente americano por dotarse con el velero más grande, bonito y capaz, a la par que se ha logrado, a través de todos los buques escuelas, un espíritu de colaboración y hermanamiento entre los países de la región, puesto que ahora es muy habitual verlos navegando juntos en las grandes Op Sail y Tall Ship Races e incluso intercambiar cadetes y guardiamarinas entre los buques escuelas de las diferentes marinas militares hispanoamericanas, lo que sin duda servirá para afianzar el respeto, la amistad, la colaboración y el mutuo conocimiento entre todas esas marinas, lo que sin duda ayudará a fortalecer la paz a largo plazo en la región.
Juan C. Ortiz Parra (FORO NAVAL)
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Para arbolar el Unión la Armada colaboró comisionando a Perú al Capitán de Corbeta Cándido Couselo y un contramaestre (Alfonso, no recuerdo el apellido pero que fue campeón del mundo de vela como tripulante de un TP52 creo recordar), durante la fase final de armado. Couselo ya tenía sobrada experiencia en la serie previa de buques para Sudamérica, o el Gure Izar.
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El V/E Capitan Miranda no es el mas pequeño. Almirante Juan Bautista Cambiaso”, BE-01, ARD es el mas pequeño.
Actualmente lo es, pero no a fecha de cuando se publicó este artículo, ya que la Armada dominicana lo dió de alta con posterioridad tras comprar el A. Juan Bautista Cambiaso de segunda mano en Bulgaria.