Después de que el Grupo de Proyección de la Flota participase, a finales del año pasado, en el exigente ejercicio Mavi Balina 22 / Dynamic Mariner 22 organizado por la OTAN para certificar que la Armada española estaba preparada y lista para poder mandar, a partir de 2023, la Fuerza Anfibia de las Fuerzas de Respuesta de la OTAN, ha llegado el momento de poner en la práctica todas las capacidades demostradas en los diferentes ejercicios en los que la Flota ha participado a lo largo del pasado 2022.
Próximamente se ha previsto que se sumen la fragata Blas de Lezo (F-103) y el buque de aprovisionamiento de combate AOR Cantabria (A-15) junto con el submarino SSK Tramontana (S-74). Toda esta fuerza naval española, que permanecerá desplegada tres meses en el Mediterráneo, está bajo el mando del comandante del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota, el contralmirante Gonzalo Villar Rodríguez.
Las unidades españolas de la agrupación Dédalo 23 ya está demostrado su interoperabilidad, en estos momentos, dentro de la llamada Fase I, con fuerzas aliadas de Francia e Italia, intercambiando sus helicópteros con los NH-90 del buque anfibio Tonnerre (L 9014) y del destructor antiaéreo Chevalier Paul (D 621) de la Marine Nationale francesa realizando, además, un reconocimiento hidrográfico previo a un desembarco anfibio con buceadores de combate franceses y españoles. También se han sumado posteriormente a los ejercicios el buque anfibio San Giusto (L 9894) el destructor Caio Duilio (D 554) y el patrullero Thaon de Revel (P 430) de la Marina Militare Italiana.
Tras la Fase I que incluye actividades frente a las costas de Francia e Italia, está previsto que la agrupación Dédalo 23 viaje hasta las costas de Egipto para dar comienzo a la Fase II, donde se realizarán ejercicios conjuntos con la marina egipcia y otras unidades de la OTAN, tras lo cual se regresará al litoral italiano para desarrollar las fases III y IV, antes de poner fin a este importante despliegue a finales de marzo y volver a las respectivas bases de las unidades participantes en Cartagena, Rota y Ferrol. La Armada espera con este despliegue de unidades el multiplicar las oportunidades de adiestramiento e incrementar la experiencia de las dotaciones de los buques y aeronaves de la Flota, así como del Estado Mayor de la Agrupación.
El despliegue materializado en el Grupo de Combate Expedicionario Dédalo 23 servirá para que la Armada pueda preparar su calificación y certificación para la posterior incorporación, en el 2024, a la NATO Readiness Initiative (NRI), con la que se busca que la Alianza Atlántica pueda disponer de fuerzas preparadas para actuar en menos de treinta días de tiempo de reacción en escenarios imprevisibles de media y alta intensidad, fortaleciendo con ello las capacidades de las Fuerzas Armadas españolas dentro de la OTAN y su imagen disuasoria en el contexto internacional ante potenciales amenazas.
Durante estos próximos tres meses, la agrupación Dédalo 23 interactuará con otras agrupaciones y unidades de la OTAN para multiplicar las posibilidades de adiestramiento conjunto. Con este despliegue de la Flota, la Armada demostrará la capacidad de España para liderar y proyectar una fuerza expedicionaria en la mar y desde la mar, integrando a otras unidades o agrupaciones de la Alianza bajo mando nacional. Respecto a la elección del nombre Dédalo 23 para identificar al Grupo de Combate Expedicionario, la Armada ha buscado rendir merecido homenaje al recuerdo de los dos primeros portaaviones con los que operó, el primer Dédalo entre 1922 y 1936 y el segundo Dédalo (R-01) entre los años 1967 y 1989.
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